PAOLO
FRESU: EL SONIDO COMO EXCELENCIA
Paolo Fresu © Photo by Joan Carles Abelenda |
El trompetista, fiscornista, compositor y arreglista
italiano Paolo Fresu (Berchidda, Cerdeña, 1961) es un de los músicos europeos
con mayor prestigio dentro de su instrumento. Junto al también trompetista
Enrico Rava es probablemente uno de los creadores italianos más respetados y admirados
del viejo continente debido principalmente a su afán creativo e investigador,
circunstancia esta que le ha permitido tener una dilatada y abultada
discografía en una variedad de formatos, así como colaborar con algunos de los
mejores jazzmen más acreditados tanto
europeos como americanos.
En los
últimos años Paolo Fresu ha publicado cinco discos con el título !50 anni suonnati y que han servido para
celebrar el cincuenta aniversario de Paolo Fresu y de paso dejar constancia del
proyecto que consistió en cincuenta conciertos en cincuenta lugares diferentes
de Cerdeña y en cincuenta días consecutivos; en estos conciertos se
involucraron amigos y músicos del trompetista procedentes de todo el mundo desde
Stefano Bollani a Ornella Vanoni, de Uri Caine a Omar Sosa, o de Ludovico
Einaudi a Sheila Jordan. Fruto de esos casi dos meses de música así mismo fue
la publicación del libro In Sardegna, Un
viaggo musicale (Feltrinelli, 2012), una especie de recopilación de
historias, vivencias y momentos de todas esas actuaciones y de las cuales Paolo
Fresu quiso dejar constancia escrita, así como el libro ilustrado del fotógrafo
Gianfranco Mura, Paolo Fresu, 50 anni
suonnati (Illiso, 2012).
Paolo Fresu, In Sardegna, Un Viaggio Musicale (Feltirnelli, 2012) |
Tras la monumental celebración señalada, en el presente año
se ha publicado el compacto Paolo Fresu
Quintet ¡30! (Tuk Music, 2014) y con el que se celebran los treinta años de
existencia de su afamado quinteto italiano conformado por el propio Paolo Fresu,
Tino Tracanna a los saxos, Roberto Cipelli al piano, Attilio Zanchi al
contrabajo y Ettore Fioravanti a la batería y percusión. Un conjunto que “es posiblemente uno de los más antiguos del
jazz europeo, un grupo que ha tenido siempre a sus mismos integrantes y sin
cambios desde su creación en 1984”. Una formación con una gran experiencia,
“en la actualidad somos treinta años mayores,
lo que no has permitido tocar en muchos países del mundo y llevar a cabo una
importante discografía”. Esta grabación podría ser una especie de resumen
de muchos años de música, pero así mismo y tal como señala el propio Fresu es “una grabación diferente, pues ella nos ha
concedido la posibilidad de compartir nuestra música, una música que es muy
democrática y colectiva, pues tiene temas de todos sus componentes, y se podría
decir que incluye la historia de cada uno de ellos”. Una formación en donde
se puede encontrar “mucha interacción y
mucho respeto, pues todos estamos muy atentos a lo que hace cada uno”.
La
publicación de Paolo Fresu Quintet ¡30!
es todo un acontecimiento, principalmente por la longeva duración de una
formación, circunstancia esta que no suele ocurrir con demasiada frecuencia en
nuestros tiempos debido principalmente a los intereses comerciales de sus
componentes, de las envidias que puedan surgir o de los egos mal repartidos e
interpretados. Algo que no se ha producido en el grupo de Fresu y en donde “el factor humano ha sido la clave para la
duración del grupo”. A cerca de ese factor humano Fresu puntualiza que “tuve mucha suerte a la hora de seleccionar a
los músicos para el quinteto, pues ellos desde el inicio estaban interesados
por la música y no por otras cosas que están fuera de la misma”. Un grupo
al que el propio Fresu considera que “le
queda recorrido musical y creativo por delante, siendo un claro ejemplo de ello
nuestra última grabación; es muy diferente pues en la misma vuelvo a tocar con
la electrónica ya que durante muchos años lo había hecho de forma acústica, y
donde se puede percibir unos temas muy trabajados tanto a nivel compositivo como
musical”. Además puntualiza de forma clara y contundente que “no nos reunimos para tocar por tocar, pues a
parte de esta formación toco con otros grupos, si tocamos juntos es por que
tenemos una motivación detrás de la música”.
Paolo Fresu © Photo by Joan Carles Abelenda |
La expresividad musical del quinteto italiano de Paolo Fresu
ha tenido siempre reflejo en un músico y una formación, en concreto en la
figura de Miles Davis y específicamente en su famoso segundo quinteto. Aunque el
propio trompetista italiano también ha manifestado en numerosas ocasiones una gran
pasión por otro de los mejores trompetistas en la historia del jazz, Chet
Baker. Músicos a lo cuales ha homenajeado en su discografía con grabaciones
como Porgy and Bess (Il Manifesto,
2001) o Kind of Porgy & Bess
(BMG, 2002) para Miles Davis y el Shades
Of Chet (Via Venetto Jazz, 1999) en relación a Chet Baker.
Las características
del sonido íntimo y recogido de Fresu unido a su gusto por la melodía altamente
expresiva, el lirismo sin afectaciones y las inagotables ganas de exploraciones
sonorosas, hacen entrever las influencias de los dos grandes trompetistas.
Influencias que a pesar del paso del tiempo “se siguen manteniendo, pues si olvidamos el pasado no tenemos presente
ni futuro. La historia del jazz es una mezcla de la contemporaneidad de la
música y del pasado”. La influencia incluso llega a la admiración cuando Fresu
afirma que “Chet Baker fue un gran poeta
y un gran instrumentista, con una música y un sonido único. Mientras que Miles también
fue un gran instrumentista pero a su vez un gran buscador, un músico que abrió
muchas puertas que nos han servido a los músicos actuales para entrar y
descubrir cosas nuevas. La idea de
componer la música en el tiempo real, que es una idea que yo llevo a cabo con
mi cuarteto Devil [otra ilustre formación de Fresu], es la filosofía del quinteto de Miles Davis con Wayne Shorter”. El
quinteto de Miles Davis ha sido siempre un espejo para Fresu hasta el punto que
“la idea original de mi quinteto era
tocar como lo hacía el quinteto de Miles, en donde se puede pasar de un tema al
otro en un tiempo real, lo que a la larga me permite cambiarlo todo de forma
coherente”.
Paolo Fresu © Photo by Joan Carles Abelenda |
Siendo el quinteto de Paolo Fresu una de las formaciones más
importantes dentro de su larga carrera como músico, igualmente hay que apuntar
el interés y la motivación para desarrollar su lenguaje en formaciones bien
distintas como han sido el dúo, el trío, el cuarteto, en sexteto, incluso agrupaciones
de mayor tamaño. Los conciertos que ha llevado a cabo Paolo Fresu en su gira de
primavera por los diversos clubes españoles, la ha realizado en formato de dúo
y acompañado por el pianista italiano Dino Rubino. Un formato que a lo largo de
los años le ha llevado a colaborar y grabar con pianistas tan diversos como es el
caso de Uri Caine o el de Omar Sosa. Esta formación le proporciona “libertad, sonido y espacio. Los formatos de
dúo y trío son difíciles debido a que uno siempre tiene que estar en conexión
con los músicos que tocas. Me gusta mucho tocar con formaciones pequeñas por
que uno tiene más espacio”. Pero como pasa en muchas circunstancias de la
vida siempre hay problemas y en el caso de Fresu “es difícil poder encontrar compañeros de viaje para compartir un
lenguaje musical determinado”.
Las personalidades de cada “compañero de viaje” hacen que
cada dúo con pianista sea totalmente distinto, lo que conlleva por definición
una búsqueda distinta y por tanto también, un resultado distinto. Ello le ha
posibilitado tocar con una larga lista de pianistas, “Uri Caine tiene una forma muy diferente en su forma de interpretar, mientras
que por el contrario de Dino Rubino lo que me gusta es que toca el piano de la
misma forma que toca la trompeta (Rubino fue alumno mío de trompeta, combinaba
trompeta y piano, pero acabó tocando el piano); toca el piano de una forma muy
melódica. Por el contrario Omar Sosa toca la música del mundo, mientras que en
cambio Dado Moroni toca mucho jazz. Lo importante con el piano es que cada
pianista es un mundo completamente diferente, lo que me obliga a relacionarme
con esos mundos tan distintos”.
La
lista de pianistas con los que ha colaborado Paolo Fresu es considerable, entre
ellos a parte de los ya comentados se pueden citar a Alain Jean Marie, Stefano
Bollani o Michel Graillier, aunque su gusto por relacionarse con otros mundos
musicales hacen que su lista se encuentre inacabada. Fresu manifiesta su gusto
por tocar con algunos pianistas en concreto como son, “Keith Jarrett o los pianistas escandinavos como Jon Balke o Bugge
Wesseltoft. El mundo esta lleno de pianistas increíbles, y por tanto cada uno
tiene su idea del piano. El piano es como una orquesta, al ser un instrumento
polifónico y polirrítmico cada pianista puede ser completamente diferente uno
del otro. Esto no pasa con un instrumento como la trompeta que es muy parecido,
todo y que el sonido de Miles o Chet Baker, o de Lee Morgan y un largo etcétera
de trompetistas todos son diferentes, pero la final el sonido de la trompeta es
su sonido. Por contrario, el sonido del piano es distinto por que tiene otras
cosas y a eso se le añade que cada músico por tanto tiene su propio mundo”.
Paolo Fresu © Photo by Joan Carles Abelenda |
A parte de esta formación comentada de dúo y piano, Fresu ha
establecido relaciones musicales con numerosas y diversas agrupaciones, “cada grupo es diferente, aunque intento ser
igual en cada una de ellas. Lo que se puede compartir con cada uno de los
músicos diferentes que me encuentro es la idea del sonido. Si el sonido es muy
distinto el proyecto no funciona. No puedes cambiar tu sonido, por la sencilla
razón que tu sonido es tu cara, es tu idea. Con cualquier grupo que toco mi
personalidad es mi sonido. Es como lo que ocurrió con Miles en los años 80 y
90. Cuando Miles empezó a tocar junto a guitarras eléctricas y muchos
instrumentistas, se le criticó que lo que tocaba no era jazz. El sonido de
Miles era siempre el mismo sonido. La idea del sonido de los años 80 y 90 era
la misma idea de sonido con la que tocaba en los años 50. Lo único que ocurrió
es que cambió la cornisa, pero la idea del sonido nunca la cambió”.
Relacionado
con esta idea de sonido que Fresu señala, sus inquietudes musicales y sus innovaciones
expresivas le han permitido desarrollar unas sonoridades diferentes que le
provienen de campos tan distintos como son el terreno vocal o las sonoridades
provenientes de la música culta. En concreto de proyectos como los que llevó en
el primer caso para el sello discográfico de Manfred Eicher, Místico Mediterraneo (ECM, 2011) y en el
segundo caso con su participación con el cuarteto de cuerdas Alborada, Think (Blue Note, 2009). “Estas participaciones me han permitido tener
un registro completamente diferente. Cuando toco con Místico Mediterráneo es
otra voz, es el encuentro de tres instrumentos de viento; la trompeta, el
bandoneón y la voz. Mientras que con el cuarteto de cuerdas es algo también
completamente distinto. Me encanta tanto el repertorio de música clásica como
contemporánea, así como la música barroca”. Este interés por investigar
nuevas sonoridades le ha proporcionado un elevado número de actuaciones en
directo con el cuarteto Alborada, a consecuencia de la fascinación que le
produce la polifonía de los miembros del cuarteto de cuerda.
Paolo Fresu © Photo by Joan Carles Abelenda |
En relación con esta idea del sonido y de las sonoridades,
Fresu ha tenido la posibilidad en su carrera discográfica de grabar en el sello
discográfico ECM Records y en donde su lema habla por si solo “el sonido más
bello después del silencio”. El primer disco con el mencionado sello fue junto
a Ralph Tower, Chiaroscuro (ECM,
2010) y estuvo producido por Manfred Eicher, mientras que su segunda colaboración,
Místico Mediterraneo (ECM, 2011), la grabación
fue realizada en Italia y sin la presencia del afamado productor. En relación a
Eicher el trompetista italiano señala que “me
gusta como piensa en relación a la música, tiene una idea de música muy
personal e interesante. Además con su presencia el puede sugerir cosas nuevas
durante una grabación. Nosotros los músicos tenemos una idea de música, pero
cuando Eicher está detrás del vidrio en una grabación siempre pueden surgir
cosas. Además tiene una concepción clara del sonido que quiere conseguir”.
Paolo Fresu movido por sus ansias creativas en el año 2010
crea su propio sello discográfico, Tuk Music, un proyecto que tiene como idea
principal el “de compartir música con
otros músicos y de ayudar a músicos jóvenes para entrar dentro de la música. La
idea de la creación del sello discográfico es servir de instrumento para
explicar la música. La idea no es solo hacer un disco, sino que lo importante
es poner algo más detrás de ese disco. Cada músico tiene una libertad total
para hacer lo que crea necesario”. Sin duda alguna Tuk Music es un
laboratorio discográfico que sirve a Fresu para dar salida a sus propios
proyectos musicales, pero principalmente para ayudar a otros talentosos músicos
tanto italianos como europeos.
Ante
esta nueva puerta de libertad creativa que le proporciona Tuk Music y vista su
larga y extensa trayectoria musical el aficionado se preguntará que reto
musical le queda por llevar a cabo a Paolo Fresu, algo que el músico italiano
tiene claro a nivel de exigencia musical, en concreto “el de tocar mejor; pues si toco mejor con mi persona, toco mejor con
los otros músicos con los que me relaciono”.
Paolo Fresu © Photo by Joan Carles Abelenda |
Además en relación a la música Fresu que interpreta tiene
claro que la misma “es un instrumento muy
válido para cambiar el mundo, tanto a nivel social, político y económico. La
música es un instrumento increíble de economía. Incluso en Italia ha habido
algún ministro que ha llegado a afirmar que de la cultura no se come. Cosa que
no es verdad, por la sencilla razón que con esa afirmación quiere decir que no se
tiene necesidad de hacer cultura. Y es todo lo contrario, ya que la cultura
tiene respuestas sobre las personas, ya que sirve para hacer pensar y para
mover a nivel económico. Del tema económico se habla mucho, mientras que de la
cabeza o el pensamiento no se habla nada, pero los dos juntos son la llave para
leer la crisis en que está inmersa la sociedad actual”.
Estas
últimas afirmaciones nos permiten comprobar la importancia de la música en la
vida social y económica de la sociedad, algo a lo que Paolo Fresu ha
contribuido a lo largo de los años, y que esperamos que siga contribuyendo.
NOTA: El presente artículo se redactó para la revista Más Jazz.
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