MAX ROACH:
We INSIST!
Freedom Now Suite
- Max Roach: Batería.
- Broker
Litlte: Trompeta.
- Julian
Priester: Trombón.
- Walter
Benton y Coleman Hawkins: Saxo tenores.
- James
Schenck: Contrabajo.
- Michael
Olatunji: Congas.
- Ray
Mantillas y Tomas Dubai: Percusión.
- Abbey Lincoln: Voz.
1. Driva Man (Roach, Oscar Brown) 5:17
2. Freedom Day (Roach, Brown) 6:08
3. Triptych: Prayer/Protest/Peace (Roach) 8:09
4. All Africa (Roach, Brown) 8:01
5. Tears for Johannesburg (Roach) 9:42
Grabado en
New York el 31de Agosto y 6 de Septiembre de 1960.
Candid
CCD79002
CD REEDICIÓN
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Max Roach, We INSIST!-Freedom Now Suite (Candid, Reedición)
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Valoración Jazz Recordings:
Max Roach ha sido uno de los bateristas más importantes e
influyentes de la historia del jazz, no sólo por haber tocado con los mejores
músicos de todos los estilos, sino por su aportación tanto musical como
extramusical al mundo del jazz, y en concreto en la lucha por los derechos
civiles de la población afro-americana en Estados Unidos. A lo largo de la
historia del jazz, algunos trabajos se han desarrollado en paralelo a las
condiciones sociales y culturales preexistentes en ese momento, uno de estos
trabajos es el presente disco que comentamos.
A finales de los años 50 y principios de los años 60, Max
Roach se alineó de una forma clara y contundente por la lucha de los derechos
civiles y consecuencia de este posicionamiento, fue la publicación de dos
trabajos en la carrera del baterista norte-americano, Deeds Not Words en 1958, y We
INSIST!-Freedom Now Suite de 1960. De estos trabajos, el último de ellos y que
ahora glosamos, fue el que mayor influencia y proyección conllevó en el momento
de su publicación.
Es difícil poder percibir en la actualidad lo que en su
momento tuvo que acontecer con la aparición de este disco y que constituyó una
autentica revolución en el mundo de jazz. En el trabajo We INSIST!-Freedom Now
Suite, todo es importante, desde la cubierta del disco donde un grupo de
jóvenes negros se encuentran sentados de semi de espaldas en un bar reservado para
blancos; los títulos de las letras (“Driva´Man”, "Freedom Day”, “Triptych:
Prayer/Protest/Peace”, “All Africa” y “Tears for Johannesburg”); la música y
las canciones interpretadas, hasta la participación de algunos de los músicos
más importantes de todos los tiempos, como Broker Litlte, Coleman Hawkins, Olatunji
y Abbey Lincoln (por entonces esposa de Max Roach). Todo es importante, lo que
lleva a poder afirmar que más que delante de una grabación de música nos
encontramos frente a un documento histórico, al tratarse de una de las
primeras grabaciones en el jazz que sirvió para dar carta de naturaleza al
movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.
Por lo que respecta a la música destacar que la
presencia de la voz de Abbey Lincoln es un elemento vital en el desarrollo de toda la grabación, circunstancia esta que sirvió de vehículo de expresión para dar a conocer el
estado del pueblo afroamericano. Los gritos manifestados en el tema “Triptych:
Prayer/Protest/Peace” (a dúo con Max Roach), son gritos de protesta, son gritos
de liberación, son gritos que expresaban una tensión y un poder de tal magnitud hasta la
fecha desconocidos. Todo ello se apoyaba en una batería igualmente
reivindicativa, con claras influencias de ritmos y percusiones africanos, lo
que confiere a este instrumento y a la música desarrollada una concepción mucho
más amplia que la simple categorización de jazz (lo que en su momento el Art
Ensemble de Chicago planteó como la Gran Música Negra -Great Black Music-, por que
como afirmaban, es grande, es música y es negra).
Max Roach para la grabación incluyó tanto a músicos latinos
como afroamericanos, componiendo a su vez música con claras referencias al
régimen opresor de apartheid de África del Sur (ello se puede apreciar en el
tema “Tears for Johannesburg”). Esta manifestación contra el apartheid se
relacionó de una forma directa con el resto de temas y con la segregación que
en aquellos momentos se estaba produciendo en los Estados Unidos.
El resto del trabajo mantiene un ritmo musical,
interpretativo y expresivo que permiten calificarlo de espectacular y poderoso,
gracias a la participación de músicos de la calidad de Broker Litlte, Coleman
Hawkins y Olatunji (lástima que su participación sea escasa en determinados
pasajes de la grabación), constituyendo la grabación una pieza de música
esencial en cualquier buena discoteca de jazz que se precie.
Un auténtico cinco estrellas imprescindible.