jueves, 28 de agosto de 2014

MAX ROACH: We INSIST! Freedom Now Suite

MAX ROACH:
We INSIST! Freedom Now Suite

- Max Roach: Batería.
- Broker Litlte: Trompeta.
- Julian Priester: Trombón.
- Walter Benton y Coleman Hawkins: Saxo tenores.
- James Schenck: Contrabajo.
- Michael Olatunji: Congas.
- Ray Mantillas y Tomas Dubai: Percusión.
- Abbey Lincoln: Voz.

1. Driva Man (Roach, Oscar Brown) 5:17
2. Freedom Day (Roach, Brown) 6:08
3. Triptych: Prayer/Protest/Peace (Roach) 8:09
4. All Africa (Roach, Brown) 8:01
5. Tears for Johannesburg (Roach) 9:42

Grabado en New York el 31de Agosto y 6 de Septiembre de 1960.
Candid CCD79002
CD REEDICIÓN


Max Roach, We INSIST!-Freedom Now Suite (Candid, Reedición)
Valoración Jazz Recordings:



Max Roach ha sido uno de los bateristas más importantes e influyentes de la historia del jazz, no sólo por haber tocado con los mejores músicos de todos los estilos, sino por su aportación tanto musical como extramusical al mundo del jazz, y en concreto en la lucha por los derechos civiles de la población afro-americana en Estados Unidos. A lo largo de la historia del jazz, algunos trabajos se han desarrollado en paralelo a las condiciones sociales y culturales preexistentes en ese momento, uno de estos trabajos es el presente disco que comentamos.

A finales de los años 50 y principios de los años 60, Max Roach se alineó de una forma clara y contundente por la lucha de los derechos civiles y consecuencia de este posicionamiento, fue la publicación de dos trabajos en la carrera del baterista norte-americano, Deeds Not Words en 1958, y We INSIST!-Freedom Now Suite de 1960. De estos trabajos, el último de ellos y que ahora glosamos, fue el que mayor influencia y proyección conllevó en el momento de su publicación.

Es difícil poder percibir en la actualidad lo que en su momento tuvo que acontecer con la aparición de este disco y que constituyó una autentica revolución en el mundo de jazz. En el trabajo We INSIST!-Freedom Now Suite, todo es importante, desde la cubierta del disco donde un grupo de jóvenes negros se encuentran sentados de semi de espaldas en un bar reservado para blancos; los títulos de las letras (“Driva´Man”, "Freedom Day”, “Triptych: Prayer/Protest/Peace”, “All Africa” y “Tears for Johannesburg”); la música y las canciones interpretadas, hasta la participación de algunos de los músicos más importantes de todos los tiempos, como Broker Litlte, Coleman Hawkins, Olatunji y Abbey Lincoln (por entonces esposa de Max Roach). Todo es importante, lo que lleva a poder afirmar que más que delante de una grabación de música nos encontramos frente a un documento histórico, al tratarse de una de las primeras grabaciones en el jazz que sirvió para dar carta de naturaleza al movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.

Por lo que respecta a la música destacar que la presencia de la voz de Abbey Lincoln es un elemento vital en el desarrollo de toda la grabación, circunstancia esta que sirvió de vehículo de expresión para dar a conocer el estado del pueblo afroamericano. Los gritos manifestados en el tema “Triptych: Prayer/Protest/Peace” (a dúo con Max Roach), son gritos de protesta, son gritos de liberación, son gritos que expresaban una tensión y un poder de tal magnitud hasta la fecha desconocidos. Todo ello se apoyaba en una batería igualmente reivindicativa, con claras influencias de ritmos y percusiones africanos, lo que confiere a este instrumento y a la música desarrollada una concepción mucho más amplia que la simple categorización de jazz (lo que en su momento el Art Ensemble de Chicago planteó como la Gran Música Negra -Great Black Music-, por que como afirmaban, es grande, es música y es negra).

Max Roach para la grabación incluyó tanto a músicos latinos como afroamericanos, componiendo a su vez música con claras referencias al régimen opresor de apartheid de África del Sur (ello se puede apreciar en el tema “Tears for Johannesburg”). Esta manifestación contra el apartheid se relacionó de una forma directa con el resto de temas y con la segregación que en aquellos momentos se estaba produciendo en los Estados Unidos.

El resto del trabajo mantiene un ritmo musical, interpretativo y expresivo que permiten calificarlo de espectacular y poderoso, gracias a la participación de músicos de la calidad de Broker Litlte, Coleman Hawkins y Olatunji (lástima que su participación sea escasa en determinados pasajes de la grabación), constituyendo la grabación una pieza de música esencial en cualquier buena discoteca de jazz que se precie.

Un auténtico cinco estrellas imprescindible.

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