Mostrando entradas con la etiqueta ARTÍCULOS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ARTÍCULOS. Mostrar todas las entradas

jueves, 11 de febrero de 2021

JAZZ RECORDINGS: 10 Aniversario



La presente entrada es para celebrar el 10 aniversario del blog de jazz, Jazz Recordings. Un 11 de febrero de 2011 nació en actual blog de jazz. Un blog que va de camino de las 500.000 visitas. En estos 10 años de existencia Jazz Recordings se ha consolidando como un lugar en donde el aficionado experto y el recién iniciado al jazz puede encontrar material con que poder satisfacer sus ansias de conocimientos de jazz. Una labor en la cual se han invertido un sinfín de horas que en la mayoría de los casos nunca se ha visto reflejado en el seguimiento o por los comentarios que se pueden dejar en el blog. Es un hecho empírico y totalmente constatado a lo largo de estos 10 años que el jazz es una música totalmente minoritaria, con un seguimiento muy escaso a todos los niveles, muy especialmente en los medios de comunicación.

La idea principal de Jazz Recordings no ha variado ni variará, es decir, nunca ha tenido el propósito de convertirse en una revista de jazz y ni mucho menos rivalizar con ellas,  principalmente debido a que el blog no tiene la infraestructura para poder abarcar la ingente cantidad de grabaciones (tanto nuevas como reediciones, auto producciones, reediciones, Lps, etc) que aparecen en el mercado discográfico a lo largo de todo un año. Esa razón obliga a hacer una selección necesaria a la hora de comentar de las grabaciones que aparecen en el blog. Lo que aparece publicado en el blog es simplemente una pequeña (incluso me atrevería a decir que una “pequeñísima”) porción de lo que escucho a lo largo de todo el año y por añadidura de lo que compro.

Hay que reconocer que a lo largo de estos años en muchos momentos ha flaqueado el entusiasmo con que se inició la andadura de escribir sobre grabaciones de jazz, por el simple motivo que en muchas ocasiones se ha realizado un gran esfuerzo por publicar contenido de calidad en cuanto a artículos y grabaciones de gran elaboración que por desgracia no han contado con el interés que se esperaba de los “desconocidos” lectores y aficionados al jazz. Y es que (y esto es también una constatación totalmente comprobada) el aficionado al jazz (siempre en el sentido más general) es bastante pasivo, o si se quiere decir, es poco activo en la lectura de contenidos sobre jazz. A pesar de todos los pesares, esas faltas de entusiasmo se han ido capeando, lo que ha permitido llegar a la nada despreciable cifra de 10 años de vida de Jazz Recordings, una circunstancia que sin duda alguna llena de completa satisfacción.




Desde Jazz Recordings se quiere agradecer de forma expresa a todos los seguidores y lectores del blog, ya sean de forma directa o indirecta que siguen el mismo. Jazz Recordings espera continuar con la finalidad de dar a conocer información, comentarios y aspectos musicales y teniendo como punto de partida y premisa (como ha sido desde el inicio en el blog) la calidad en la información de las entradas que se publican, y es que desde Jazz Recordings hay una idea clara de primar la calidad de los textos así como la calidad de la información ofrecida en las entradas, lo que en ciertas ocasiones conlleve un arduo trabajo de investigación y vaya en detrimento de no poder comentar o publicar más grabaciones.

Jazz Recordings es solo un pequeño grano de arena en la información de jazz que hay en Internet. Trataremos de seguir aportando nuestro entusiasmo por una música tan extraordinariamente minoritaria, pero que sin duda alguna despierta grandes pasiones entre muchos aficionados y seguidores.

Gracias.

Jazz Recordings.

viernes, 8 de enero de 2021

PEDRO ITURRALDE

PEDRO ITURRALDE:

Ha aparecido el Núm. 50 de la revista Más Jazz Magazine en su edición de invierno 2020 y cuya portada esta dedicada a la memoria del gran músico Pedro Iturralde. Iturralde falleció en noviembre del pasado año a la edad de 91 años, es por ello que la única revista de jazz que hay superviviente en el territorio español ha querido rendirle un homenaje a través de un artículo escrito por Juan Ramón Rodriguez con el título de Pedro Iturralde, de un tiempo a este viaje: notas discográficas y acompañado de unas fotos hasta la fecha totalmente inéditas y realizadas en julio de de 2013 en la sala Jamboree de Barcelona (la foto de portada y las fotos que acompañan al artículo son de mi autoría, y sin duda alguna fue un auténtico honor haber podido ceder las fotos para contribuir a éste pequeño homenaje).


Más Jazz Magazine Num. 50


Pedro Iturralde © Photo by Joan Carles Abelenda


A parte del homenaje a Pedro Iturralde el sumario de la revista es lo suficientemente atractivo por la variedad y diversidad de contenidos tratados para que el aficionado tenga interés en la adquisición de la misma, pues el jazz no solo se escucha sino que también se lee.


Sumario Más Jazz Magazine Num. 50


Se puede adquirir la revista a través del siguiente LINK

jueves, 15 de octubre de 2020

MINGUS: "Three or Four Shades of Blues" por Jorge López de Guereñu

 MINGUS: Three or four shades of blues por Jorge López de Guereñu

Jorge López de Guereñu nacido en Bilbao, es artista, diseñador, urbanista, profesor, y empresario. Su afición por la música y en concreto por el jazz va más allá de una mera pasión, es un modo de vida que refleja una forma de ver y de entender ese estilo musical tan desdeñado como poco entendido, pero que en Guereñu es el leitmotiv de todos sus trabajos artísticos.

Jorge López de Guereñu se encuentra embarcado en un proyecto en donde quiere rendir homenaje a una de las figuras capitales del jazz, al gran músico, compositor, líder de banda y contrabajista, Charles Mingus. Para ello ha tomado como referencia el título de un disco del año 1977, Three or four shades of blues, de la discografía del músico norte-americano, que le ha servido como punto de partida para su ideario creativo y para desarrollar un trabajo artístico centrado única y exclusivamente en la figura del músico.

En la presente entrevista Guereñu comenta con detalle lo que supone para él la figura de Mingus y como lo ha intentado plasmar a nivel artístico para rendir su personal homenaje. Los trabajos de Guereñu se van a poder ver en la exposición que va a llevar a cabo del 17 Octubre a 30 de Noviembre 2020 en El Atrio/Librería-Flappers, Particular de Club 2, Las Arenas de Guecho.



.- Me interesaría que explicaras cual ha sido la génesis y el motivo de llevar a cabo este proyecto tan específico.

Pues parte de varias cosas; de que nunca en mi vida había dibujado ni pintado nada sobre Mingus, motivo suficiente para ir al infierno, de un reencuentro con un gran amigo, Hipólito García, que me presenta al dueño de un  local en Las Arenas que me propone hacer algo en él, y de que está al lado de la librería/bar de otra amiga, Flappers, en la que sobre la estantería de los libros estaba el curioso disco de Mingus en solitario al piano, además en una edición española rarísima. Ese disco me lo compró mi madre cuando yo tenía doce o trece años, ya me encantaba su música y como los dos tocábamos ese instrumento, pues cayó en la cesta, el segundo disco que tuve de él, y mira que es extraño en su discografía. La dueña de la librería ya me había comentado hacer algo ahí también, así que decidimos esta exposición doble en los dos locales de la calle Particular de Club, y convertirla durante algo más de un mes en la calle particular de Mingus.






.- ¿Cómo ha sido este “digamos” proceso creativo de concentración en la figura del gran contrabajista Charles Mingus y en concreto en relación con el título de un disco del año 1977? ¿Cuál ha sido el motivo de la elección de este disco del periodo Atlantic de los años 70 y no otro específico, teniendo en cuenta que Mingus cuenta con otras excelsas y superlativas grabaciones en su discografía?

Mingus era un revolucionario, y según llega Nueva York, muy joven, se junta enseguida con las grandes luminarias del be bop, su encuentro con Monk, Charlie Parker y compañía es fundamental. La oferta me pilla justo cuando estoy haciendo una trilogía de mis típicos Cutheads/Headhunters sobre Parker, para celebrar su centenario. Decido hacerlos en los azules típicos de mis primeras obras ya centradas absolutamente en la Gran Música Negra, y en concreto en el jazz, de los noventa. Era un homenaje a ese gran músico, pero también a mi mismo: en esa época es en la que realmente empiezo a trasladar mi amor por esta música a lo que hago, y me encuentro a mi mismo como artista. Sé que ese es un disco menor en la obra de Mingus, ni mucho menos tan importante como otros, ya en el ocaso de su carrera y cuando empezaba a deteriorarse por la enfermedad que apenas le dejaba tocar por entonces, pero siempre me ha fascinado su título, tan sugestivo. Mingus, como Monk, es un maestro poniendo nombres poéticos y evocadores a sus discos y sus composiciones, títulos que siempre definen perfectamente su música.





.- ¿Qué representa para ti Charles Mingus?

Junto a Monk, el gran heredero de Ellington, el gran compositor del jazz. Mingus además lo adoraba, por mucho que lo echase de su orquesta tras un breve paso por ella. Y con él honor de que en vez de mandar a alguien a comunicárselo, como Duke, hacía siempre, tras enfadarle aunque no sabemos exactamente por qué, dijo, textualmente: “de este me encargo yo, personalmente”. El carácter del contrabajista era tan aguerrido como su música (y como el mío, jajaja), y eso es lo que más me ha atraído tanto de su obra como de su figura, siempre.




.- ¿Esa idea que tienes del contrabajista la has podido plasmar en tus ilustraciones?¿Qué has querido aportar con tu trabajo en relación a la figura de Mingus?

He hecho una serie de piezas no muy grandes  y otras realmente pequeñas. En Flappers habrá dos tintas sobre los collages tan característicos en mi obra sobre papel de los últimos años, y dos o tres lienzos de lino crudo apenas rozados con acrílico y resinas. En El Atrio habrá dos o tres Cutheads más, en su tamaño habitual de 24 x 19 cms. y un lienzo más alargado pero no muy grande, realmente espectacular por la imagen de partida, soberbia; también cuatro detalles, en lienzos pequeños también, de sus manos tocando el contrabajo, y once miniaturas en tablillas sacadas de cajas de vino, con retratos y otros dos detalles de sus manos. Las imágenes de las que he partido van desde su juventud hasta su ocaso, y a través de ellas he intentado transmitir esa evolución también en su música, que es la que es desde principios de los cincuenta, pero no deja de evolucionar sobre todo a lo largo de esa década y las dos siguientes.

.- ¿Es posible trasladar a tus trabajos lo que piensas y sientes en relación a los músicos que sueles pintar?

Eso es exactamente lo que trato de hacer. El retrato está bien, es un tema que me fascina, pero yo intento ir más allá del retrato de la persona, por mucho que me interese, y retratar en alguna forma lo que hacen los músicos a los que retrato. El dibujo es una parte fundamental para lo primero, pero el color, la composición y los materiales son esenciales en lo segundo. Para mi es fundamental escuchar su música mientras pinto sobre ellos, así que supongo que seguirás viendo obras mías sobre músicos que te encantan, como a mi. Me temo que en cambio, por eso no verás nunca algo sobre McCartney, Julio Iglesias o la Pantoja.




.- ¿Cuál ha sido el material que has utilizado para llevar a cabo el proyecto así como el formato que has concebido para la realización de las ilustraciones?

No he concebido nunca mi obra como ilustraciones, aunque parte de ella ha aparecido en portadas de discos y revistas, o ha acompañado artículos sobre música, muchos escritos por mi. Creo que además de esa utilidad, que me parece estupenda, la obra que hago tiene su propia entidad, y aunque está relacionada e inspirada por la música, por suerte llega a un público más amplio que el directamente relacionado con la música. En Bilbao he plantado a Coltrane en el tercer mural más grande que hay en el mundo (soy el autor de los cuatro más grandes, y tengo un Guinness Record por ello, aunque sólo me parece una anécdota divertida), y aunque gran parte de la gente que tiene que verlo todos los días (se ve prácticamente desde todo el centro de la ciudad) no sabe quien es, les gusta, creo… Lo más interesante sobre el material en esta serie para mi son las cajas de vino. Estoy ahora mismo preparando una serie sobre Sun Ra y como no puedo hacer nada normal sobre él (se lo tomaría mal), esto es una prueba para algo que voy a hacer en una especie de pinturas/esculturas a partir de ese material. Será una “marcianada” que seguro que a él le gustaría, y además un ensayo para una escultura enorme que quiero hacer para el siguiente Festival de Jazz en Guecho, sobre la idea de los cien años de esta música que hemos vivido desde que se empieza a grabar.

.- El color forma parte inseparable de tus trabajos. ¿Qué tipo de color o colores has utilizado para Three or four shades of blues, parece ser que has tenido bastante inclinación por los azules? Has buscado concentrar la ejecución de las obras en la figura de Mingus eliminando todo lo que pudiera ser superfluo en la figura del contrabajista.

Siempre voy a lo esencial, o lo intento. El azul es un color esencial en parte de mi obra, y todos sus matices y derivaciones son lo que he intentado explorar aquí. Además de por el título y lo que sugiere, que me vino directamente a la cabeza, he trabajado siempre con el blues en mi cabeza cuando estaba haciendo esta serie. De hecho, un día típico durante ello alternaba los discos de sus grandes épocas en Atlantic, Columbia y Candid, con discos de blues de entreguerras, otra de mis muchas pasiones. Cada música tiene su color, el año que viene espero exponer en Sevilla durante el ciclo de clásica contemporánea que organiza nuestro amigo Manuel Ferrand allí, como sabes compartimos tu pasión sobre esa música contigo. Desde los primeros bocetos que empecé a hacer hace meses para ello, la gama en la que estoy trabajando es completamente distinta, un casi blanco y negro aunque no lo es, también tiene su color pero más bien sugerido, no con la evidencia e importancia en otras partes de mi obra.






.- ¿Dónde expones el proyecto de Mingus y cuál es el motivo de haberlo llevado en ese lugar?

El o los motivos ya los he contado, el lugar también lo he explicado, pero hay otro matiz importante. Yo soy de Algorta, uno de los cuatro pueblos que formaron el municipio de Guecho, donde me crié. Hace dos años hice una exposición en Neguri, otro de sus pueblos, ahora barrios, muy distinta. Era la primera vez que exponía en mi lugar de origen, mi hermana once meses más joven que yo había muerto poco antes, y lo que empezó como unas series sobre papel dedicadas a la americana, otra música que escucho mucho, terminó por ampliarse con el rock y soul que escuchábamos juntos de niños y adolescentes, alternados con la clásica y muchas otras cosas que compartíamos con mi madre, entre ellas el jazz, que es mi música primordial desde niño. Poco después me ofrecieron hacer una retrospectiva sobre mi obra relacionada con el jazz en el Festival de Guecho que al suspenderse este año en plena pandemia, se ha pospuesto al siguiente. Ese proyecto ya había cambiado, ya que la sala en la que lo iba a hacer me dio la idea de hacer algo específico para ella y para el festival, en vez de una retrospectiva. Si lo hacemos el verano que viene, volverá a mutar, ya que la sala donde lo íbamos a hacer originalmente ya no existe, y probablemente lo trasladaremos al Musikaberri, el estupendo lugar donde se hacen los conciertos desde el año pasado. Esta exposición sobre Mingus me viene muy bien para solidificar la relación con mi lugar de origen, y también para probar aquí cosas que haré en esa siguiente ocasión si la situación mejora y se puede llevar a cabo. Tanto esta exposición como ese otro futuro proyecto me hacen mucha ilusión, al fin y al cabo, son mi música y mi pueblo. Además, gente como los dueños de estos dos locales, auténticos promotores de cultura, merecen cualquier esfuerzo que yo pueda aportar, y personajes como Mingus deberían de ser recordados más a menudo. El amor y la pasión que siento por su música y con los que he hecho esto, son mi granito de arena, mi contribución. A mi pueblo, su gente que siempre me ha mostrado un gran cariño, al jazz, y a la cultura en general.


Espacio de trabajo del artista Jorge López de Guereñu © Photo by Jorge López de Guereñu


Todas las obras/foto han estado amablemente cedidas por Jorge López de Guereñu para poder ilustrar la presente entrevista.


viernes, 2 de octubre de 2020

JOHN COLTRANE: LOS AÑOS ATLANTIC

Con motivo de la reciente publicación de la edición de lujo y super de lujo en vinilo y compacto del disco de John Coltrane Giant Steps, grabado originalmente para el sello discográfico Atlantic, con motivo del 60 aniversario de su publicación, me ha parecido oportuno rescatar un artículo respecto de los años en donde John Coltrane grabó para la mencionada casa discográfica, y entre cuyos frutos musicales se encuentra Giant Stps.


John Coltrane, Giant Steps Super Deluxe Edition (Atlantic/Warner Music, 2020)

JOHN COLTRANE: LOS AÑOS ATLANTIC:


No es ningún secreto para los aficionados a la música en general que el coleccionismo de vinilos a lo largo de los últimos años ha tomado un impulso inusitado e inesperado que ha cogido por sorpresa a la industria musical. Se han intentado dar algunas explicaciones a este fenómeno como que se trata de una moda puntual y pasajera, o que es una actitud perteneciente a unos cuantos “locos” y “románticos” de la música. Pero sin lugar a dudas y se trata de un hecho completamente constatable, los vinilos o elepés nunca habían desaparecido del todo (siempre se han producido ediciones o reediciones de LP y se han llevando a cabo ferias dedicadas al vinilo por todo el mundo), si a caso se podría decir que han vuelto, y que además lo ha hecho de forma contundente para quedarse por más tiempo de lo que alguno se podía esperar.

Esta “moda” de los vinilos ha traído consigo una alta producción de nuevas ediciones y de reediciones en todos los estilos de música a la que el jazz no se ha quedado ajeno. Dentro del basto campo de las reediciones se ha llevado a cabo una que los coleccionistas más fetichistas al jazz a buen seguro se deleitaran con la misma. El año pasado apareció publicado en una caja de 6 discos, John Coltrane The Atlantic Years In Mono, la reedición de algunas de las grabaciones que John Coltrane llevó a cabo para el sello discográfico Atlantic durante los años 1959, 1960 y 1961 (hay que recordar que Coltrane firmó un contrato con Atlantic después de finalizar su alianza con el sello Prestige). Esta reedición ha servido para dar a conocer de nuevo una de las etapas más interesantes en la carrera musical de Coltrane, la de las grabaciones Atlantic que de alguna manera se podía señalar que se trata del período intermedio en su carrera musical, es decir, el flanqueado por las iniciales grabaciones Prestige como sus años de formación musical, y el de las grabaciones con Impulse Records que supuso la creación cuarteto clásico y por ello el afianzamiento estilístico, creativo y musical de Coltrane.


John Coltrane, The Atlantic Years in Mono (Atlantic, 2016)


En esta nueva reedición no se presentan todas las grabaciones que Coltrane realizó para Atlantic, sino que tan solo se han publicado los trabajos (con sus correspondientes portadas originales) de Giant Steps (1960), Bags & Trane con Milt Jackson (1961), Ole Coltrane (1962), Coltrane Plays The Blues (1962) y The Avant Garde con Don Cherry (1966), quedando fuera de la misma los discos My Favorite Things (1961), Coltrane Jazz (1961) y Coltrane´s Sound (1964). Estos tres últimos discos no se han incluido debido a que los masters originales se perdieron en un incendio lo que imposibilitó su inclusión en esta caja. Es por ello que hay que advertir a los aficionados que esta reedición no tiene en ningún momento la intención de ser completa y quien desee tener la discografía en su totalidad tendrá que acudir a la primera reedición en formato compacto que llevó a cabo este mismo sello discográfico en el año 1995 y referenciada como, The Heavywitght Champion, John Coltrane The Complete Atlantic Recordings, o la publicación por segunda vez en el año 2000 de este mismo material, reedición en un formato diferente y en una edición limitada de tan solo 3000 unidades (estas ediciones recogían todas las grabaciones para Atlantic de Coltrane, incluyendo un buen número de tomas inéditas, en estricto orden cronológico y ofreciendo un disco entero de pistas alternativas).


John Coltrane, The Heavyweight Champion, The Complete Atlantic Recordings (Atlantic, 1995)

La música que el aficionado encontrará en el período Atlantic forma parte del desarrollo musical y sonoro que a finales de los años 50 y principios de los años 60 estaba llevando a cabo John Coltrane. Atlantic es el paso intermedio del músico aprendiz y promesa de las grabaciones Prestige al músico completo y maduro del sello Impulse. En Prestige Records Coltrane grabó un elevado número de sesiones como músico acompañante lo que le posibilitó dar muestras de un enorme talento musical y le abrió las puertas para ser contratado por Prestige. En este sello discográfico el saxofonista se da a conocer no solo como músico y compositor, sino también como un excelente baladista. El propietario de Prestige, Bob Weinstock, era partidario de llevar a cabo un elevado número de sesiones y de extraer de las mismas el máximo rédito musical publicando varios discos de cada sesión.

Los años finales de 1950 son momentos extraordinariamente convulsos para Coltrane (tanto a nivel personal como musical), pues participa de las famosas y maratonianas sesiones para Prestige que Miles Davis tuvo que llevar a cabo para poder grabar con Columbia y que dieron como fruto cuatro discos imprescindibles de cualquier discoteca de jazz que se precie, Cookin' (1957), Relaxin' (1957), Workin' (1958) y Steamin' (1961); Miles Davis lo despidió por conducta indecorosa y poco profesional; toca en el cuarteto de Thelonious Monk durante seis meses, etapa ésta especialmente provechosa pues Coltrane aprende de primera mano de uno de los grandes arquitectos musicales como era Monk y en donde su sonido se vuelve más contundente, aprende a tocar muchas notas pero una de forma más ordenada y sus solos crecen en intensidad y en extensión; regresó al grupo de Miles Davis a principios de 1958 y es la época en la cual el crítico de jazz Ira Gitler (en las notas de la carpetilla del disco Soul Trane para Prestige) acuña la famosa expresión “láminas de sonido” (conocidas como sheets of sound), una forma de desarrollar música novedosa por esos tiempos en donde junto a una portentosa sonoridad Coltrane desarrollaba unos solos en donde emplea líneas de improvisación recargadas de sonoridades que emitía a una extraordinaria velocidad, una catarata de notas en todos los registros (tanto agudos como graves) y que resultaba ser una marea de sonido vertiginoso. Esa forma de improvisar Coltrane la aprendido de su breve estancia con Thelonious Monk y la perfeccionó en el grupo de Miles Davis (y la desarrolló y la puso aún más de manifiesto en las grabaciones Atlantic), una formación que le sirvió para poner en práctica sus recursos y que en la famosa gira de Miles Davis en el año 1960 por Europa (la primera vez que Coltrane visitó el continente europeo) en algunas ciudades, Coltrane tras sus terroríficos y extenuantes solos, era silbado y abucheado; en la primavera de 1959 Coltrane participa en las sesiones de creación de una de las obras capitales del jazz, el afamado Kind of Blue y su jazz modal; así como que Coltrane empieza a independizarse de forma casi definitiva de Miles Davis y lo hace dejando el grupo nada más llegar a Estados Unidos tras gira de Europa junto a Miles en 1960.



The Miles Davis Quintet, Cookin´, Relaxin´, Workin´, Steamin´ (Prestige, 1957, 1957, 1958 y 1961)

La primera sesión de grabación con Atlantic se llevó a cabo el 15 de Enero de 1959 junto al vibrafonista Milt Jackson, el pianista Hank Jones, el contrabajista Paul Chambers y el baterista Connie Kay, unas grabaciones que no vieron la luz hasta el año 1961 bajo el título Bags & Trane y que supuso la cuarta grabación cronológicamente hablando para Atlantic. El primer disco como líder absoluto lleva un título importante y significativo Giant Steps y apareció en el mercado discográfico en Enero de 1960. Este disco estuvo conformado por dos sesiones de grabación del 4 y 5 de Mayo y una del 2 de Diciembre de 1959, y a pesar de que hubo dos títulos de este disco que ya habían sido grabados en Marzo de 1959 pero no formaron parte de la edición original sino que fueron publicados en un elepé en el año 1974 bajo el nombre de Alternate Takes y que tal como señala su título era una recopilación de tomas alternativas de diversas sesiones de grabación para los discos Giant StepsColtrane Jazz y Coltrane's SoundGiant Steps fue un proyecto altamente experimental, muy especialmente a nivel armónico y en donde Coltrane sigue desarrollando sus famosas “láminas sonoras” así como ejecutando unos solos terroríficos en un tempo extraordinariamente rápido y contundente. En esta grabación Coltrane va a poner las bases de algunas de las características del período Atlantic, unas excepcionales facultades para los arreglos, un tratamiento diferente en la forma de desarrollar la melodía, un gusto exquisito por el blues (lo que propició la publicación del disco Coltrane Plays The Blues de 1962) así como la constatación de unas grandes dotes para la composición. En Giant Steps todos los temas son propios del saxofonista y deja títulos emblemáticos en la discografía del saxofonista como el mismo que da nombre al disco, “Naima” o “Countdown”.



John Coltrane, Giant Steps (Atlantic, 1960)


Hay que esperar hasta Febrero de 1961 para ver su segunda grabación como líder en Atlantic, Coltrane Jazz, un disco cuyas sesiones de grabación pertenecían al año 1959 con la salvedad de un tema que era de 1960. En Coltrane Jazz  la formación que le acompañaba es la sección rítmica de Miles Davis, es decir, Wynton Kelly al piano, Paul Chambers al contrabajo y Jimmy Cobb a la batería pero con la particularidad que en el tema grabado en 1960 ya aparecen algunos de los miembros del cuatro clásico de Coltrane en Impulse Records, McCoy Tyner al piano, Steve Davis al contrabajo y Elvin Jones a la batería, un disco que era continuista a nivel musical de lo publicado en Giant Steps.

Atlantic permitió a Coltrane llevar a cabo un elevado número de sesiones de grabación para confeccionar sus grabaciones y prueba de ello es que muchos de los discos están compuestos por diversas fechas de entrada a los estudios, a la vez que le permitió considerables períodos de inactividad musical. Hay que recordar que por esas fechas Coltrane sigue tocando para Miles Davis y lleva a cabo la famosa gira del verano de 1960 por Europa junto al trompetista y su grupo. Unos conciertos que demostraron que el sonido de Coltrane estaba extraordinariamente avanzado y en busca de nuevos retos musicales, una circunstancia que parte del público europeo no llegó a entender pues esperaban oír el sonido de Coltrane de las grabaciones Prestige tanto a su nombre como a nombre de Miles Davis, pero el Coltrane de Europa hacía muchos años que había dejado atrás el sonido Prestige y andaba en la búsqueda de un nueva manera de expresarse y principalmente de entender y de relacionarse con la música, Coltrane iba incrementando a pasos agigantados su estilo interpretativo y su sonoridad.

Durante esta época también se produce un hecho significativo en la carrera musical de Coltrane pues a principios del año 60 empieza a practicar y posteriormente a grabar con el saxo soprano (instrumento que simultaneo de forma regular con el saxo tenor a mediados de los años 60). Por esas fechas el saxo soprano era un instrumento que prácticamente no se utilizaba, parece ser que Coltrane lo tocaba en público después de haber encontrado uno olvidado en un coche por un músico que hacía autostop. A través de ese instrumento el saxofonista llevó a cabo una obra maestra para la posterioridad con el tema “My Favorite Things” para el nombre del mismo álbum del año 1961 (y tercero para el sello Atlantic), una composición sobre el cual llegó a confesar el propio saxofonista que era una de sus piezas favoritas entre todo lo que había grabado. Para Coltrane ese vals con un sonido oriental tenía algo de especial tanto si el mismo se tocaba de forma lenta como si se tocaba de forma más rápida. My Favorite Things contenía la formación de McCoy Tyner, Steve Davis y Elvin Jones y estaba conformado por temas provenientes del cancionero popular de Cole Porter, George & Ira Gershwin o de Oscar Hammerstein & Richard Rodgers y además no contenía ninguna composición original de Coltrane. Este disco supuso una búsqueda sonora tendente a la modalidad por parte no solo de Coltrane sino también del grupo, muy especialmente de McCoy Tyner. Señalar a modo informativo que en la reedición en elepé de John Coltrane The Atlantic Years In Mono se acompaña una réplica de un single de 7 pulgas con los temas de “My Favourite Things (Part I)” y “My Favorite Things (Part II)”, por extrañas circunstancias estas tomas no aparecieron en la edición completa de las grabaciones Atlantic en el año 1995 y por su puesto tampoco en la posterior reedición del año 2000.


John Coltrane, My Favorite Things (Atlantic, 1961)


A finales de 1959 una de las sensaciones musicales del momento fue la aparición del cuarteto sin piano de Ornette Coleman en Nueva York. Coleman también grabaría como líder para Atlantic y en el mismo dejó algunas de las mejores grabaciones de su discografía a la vez que ponía los fundamentos del estilo avant-garde. Coltrane quedó profundamente impactado por el planteamiento de hacer música sin piano o sin ningún instrumento armónico, y la influencia de estas ideas interpretativas dio como fruto el disco en coautoría junto al trompetista Don Cherry The Avantgarde de 1966. Coltrane eliminó el piano en las dos sesiones de grabación de 1960 que realizó para confeccionar el repertorio del disco (compuesto por temas en su mayoría de Don Cherry y Ornette Coleman) y contó con la presencia de músicos que habían participado de las ideas de Coleman, en concreto Charlie Haden al contrabajo y Ed Blackwell a la batería. Este disco no presenta ideas rompedoras ni arriesgados planteamientos a nivel musical tal como había llevado a cabo en su momento Ornette Coleman, de hecho, Coltrane no acabó muy contento con el planteamiento de tocar sin pianista, hasta el punto de llegar a afirmar que la presencia de McCoy Tyner hacía que se olvidará de la armonía a la vez que le daba alas para poder volar musicalmente.

El resto de discos para Atlantic, Coltrane Plays the BluesColtrane's Sound, y Coltrane Legacy (éste publicado en el año 1970) se llevan a cabo en sesiones de grabación muy cortas en el tiempo a finales de 1960 a excepción del álbum Ole que se graba a inicios de 1961 aunque el mismo se publica en el año 1962. En estas grabaciones Coltrane perfila mucho más el sonido del saxo soprano, dotándolo de una personalidad afilada y pronunciada, un instrumento que convierte en habitual y que combinará junto al saxo tenor. Coltrane ya no se encuentra obsesionado por la técnica ni el estilo, sino por el sonido. Significativo es el titulo de la grabación publicada en 1964, Coltrane's Sound, en donde el saxofonista hace una declaración de intenciones en cuanto a la búsqueda de un sonido y de una sonoridad que permitiese a los aficionados apreciar la mayor o menor intensidad del discurso musical del saxofonista. Coltrane tocaba cada más fuerte, con más potencia y sus solos eran más sostenidos en el tiempo debido a la gran cantidad de notas que desarrollaba.


John Coltrane, Olé Coltrane (Atlantic, 1962)


Uno de los discos más interesantes de este período (y también menos valorado) es el referenciado como Olé Coltrane de 1962 y realizado en la última sesión de grabación para Atlantic en 1961. Históricamente este disco fue grabado dos días después de sus primeras sesiones para Impulse Records con la formación habitual de Coltrane y el añadido de Reggie Workman, Eric Dolphy (en la contracubierta del disco apareció bajo el seudónimo de George Lane debido a problemas contractuales) y Freddie Hubbard. Dolphy era otro músico que al igual que Coltrane estaba obsesionado con la música y la manera en que la misma repercutía. Un músico al que Coltrane tenía un gran aprecio y tenía enorme interés por incluirlo en su grupo. Olé Coltrane se trata de un disco confeccionado por arduos esquemas rítmicos y complicadas estructuras sonoras que dio como resultado una sesión de tan solo tres temas llena de hard bop y avant-garde. El mismo se encuentra marcado por el tema de dieciocho minutos de duración “Ole” en donde Coltrane demuestra todo su poderío sonoro en el saxo soprano y donde se encuentra acompañado de una sección rítmica a base de dos contrabajistas. De alguna forma esta última grabación para Atlantic ya insinuaba algunas de la ideas que iba a desarrollar en Impulse en los años venideros.

No hay duda que los tres años de grabaciones que llevó a cabo John Coltrane para Atlantic sirvieron para el desarrollo de uno de los músicos más importantes en la historia del jazz a consecuencia de todos los avatares y circunstancias que vivió. Las aventuras sonoras de Coltrane no finalizaron con Atlantic, sino que tuvieron una continuidad importante en Impulse Records, pero sin duda alguna esa es otra historia.

lunes, 23 de diciembre de 2019

BRAD MEHLDAU: LA BÚSQUEDA INCESANTE

BRAD MEHLDAU: LA BÚSQUEDA INCESANTE


Hoy en día no cabe la menor duda para ningún aficionado que el pianista americano Brad Mehldau, es uno de los músicos más avanzados a nivel musical que hay en el panorama jazzístico actual. Mehldau ha trabajado de manera ardua y esforzada desde sus inicios para labrarse una carrera musical no solo diferente sino también diferenciada del resto de músicos de su generación, y ello lo ha conseguido a través de un proceso de asimilación de diversas fuentes musicales provenientes de los más diversos estilos, del jazz, del pop, del rock y sin lugar a duda de la música culta (clásica).

A lo largo de su ya dilatada trayectoria discográfica, Mehldau ha exhibido una gran maestría para tejer un lenguaje y un sonido extremadamente avanzado en donde la combinación de géneros musicales heterogéneos le ha proporcionado un estilo musical donde se entremezclan conceptos armónicos y sonoros, todo ello combinado con concienzuda utilización de ideas melódicas e estilos interpretativos (citar como ejemplo la técnica de independencia de manos, un estilo más propio del  música clásica que del jazz). Al tomar prestado de diversos géneros, Mehldau ha entendido y se ha hermanado con conceptos musicales como el romanticismo del siglo XIX, provenientes de músicos como Brahms, Beethoven o el mismo Chopin. Ello ha provocado que tanto a lo largo de su discografía y como en los conciertos en público que ofrece aparezca la influencia de la música clásica.


Brad Mehldau © Photo by Joan Carles Abelenda

El pianista empezó a sacar ideas y planteamientos provenientes de la música clásica con el primero trabajo en solitario titulado Elegiac Cycle (Warner Bros. Records, 1999). Elegiac Cycle es sin ningún tipo de  discusión un manifiesto a favor del romanticismo, a favor de la pasión y de la afectividad, todo ello expresado a través de pensamientos elegíacos. Es una grabación con un valioso rédito intelectual (referencias a la poesía -muy especialmente de Rainer  Maria Rilke-  y a la música romántica entre ellos el compositor Ludwig Van Beethoven) y con unas notas en la carpetilla del propio pianista que no tienen desperdicio y que permiten comprobar los planteamientos intelectuales en donde buceaba Mehldau a la hora de buscar inspiración musical. La aparición de este trabajo conllevó uno de los discos a piano solo más introspectivos y de planteamientos musicales más importante desde la aparición de los famosos conciertos en solitario de Keith Jarrett.

Esta manifiesta tendencia clásica y contemporánea con los años se ha ido amplificando y proporcionando proyectos del tamaño y la calidad como el de Love Sublime (Nonesuch Records, 2006), con la mezzosoprano Renee Fleming (ciclo de canciones sobre poemas de Rainer Maria Rilke y Louise Bogan) o de Love Songs (Naïve, 2006), acompañado por la también mezzosoprano sueca Anne Sofie Von Otter, un trabajo con dos compactos bien diferenciados, uno de ellos estructurado sobre poemas de Sarah Teasdale y musicados en su integridad por Mehldau. Tendencias clásicas por el planteamiento musical utilizado del piano y de la voz, y que de alguna manera rememora la forma musical del “lied” alemán (el término “lied” hace referencia a un tipo de canción breve y lírica cuya letra es un poema en habla alemana que floreció y tuvo su auge en el Romanticismo del siglo XIX y que se proyectó en la primera mitad del siglo XX), y contemporánea, por el tratamiento (a veces poco accesible) del piano, más cerca de la línea de la Segunda Escuela de Viena (en donde ostentaron un papel fundamental, Arnold Schönberg, Alban Berg y Antón Webern), aunque con un trabajo mucho más enfocado al uso de la tonalidad que a la utilización de diferentes y cambiantes acordes a que nos tenía acostumbrados Mehldau.


Anne Sofie Von Otter & Brad Mehldau, Love Songs (Naïve, 2006)


La parte más contemporánea y “moderna” de Mehldau así mismo se puede apreciar en la grabación titulada con el nombre explícito de Modern Music (Nonesuch Records, 2011). Es la primera vez que se tiene conocimiento de la colaboración de Mehldau con otro pianista en una grabación, en este caso Kevin Hays. El trabajo se encuentra conformado por composiciones de la escuela minimalista de Steve Reich y Philip Glass, de Patrick Zimmerli, así como la famosa composición de Ornette Coleman “Lonely Woman”. Un nuevo proyecto intelectual en esta ocasión con una formación a base de dos pianos y teniendo como base principal del mismo la música contemporánea.

Pero la vertiente culta de Brad Mehldau que estamos comentando los aficionados lo han podido atestiguar no solo en las grabaciones que apuntamos sino así mismo en los conciertos a piano que el pianista ha ofrecido a lo largo de los años. Para poder comprobar ello tan solo hay que acudir a la excepcional caja de cuatro compactos que publicó Nonesuch Records en el año 2015 para celebrar los diez años de recitales a piano solo por el continente europeo. Una caja que recopila una selección de temas todos ellos de diversos conciertos en directo y en donde se pueden encontrar interpretaciones del compositor alemán Johannes Brahms, en concreto los Intermezzos Op.76 Nº 4 y el Op. 119 Nº 2. Aunque la caja tal y como se ha apuntado es tan solo una recopilación de temas de los directos, la presencia de estos temas de Brahms evidencia y atestiguan de manera clara la idea de Mehldau de “bucear” e inspirarse en las composiciones del compositor romántico alemán. De hecho en las notas de la carpetilla del compacto el propio Mehldau afirma de manera clara que “la música de Brahms abarca mucho de lo que hago, así que pensé que era apropiado aprovechar su influencia en el contexto de los conciertos de piano solo”. Mehldau enfoca el planteamiento e influencia musical culta de Brahms en la utilización y la yuxtaposición de dos tonalidades en un mismo momento interpretativo, un efecto que descubrió por primera vez en la música del compositor alemán proveniente tanto de su trabajo sinfónico como en la música de cámara.


Brad Mehldau, 10 Years Solo Live (Nonesuch Records, 2015)


El último proyecto musical grabado en donde Mehldau utiliza música culta se trata de su particular homenaje a la música de J.S. Bach, disco publicado con la referencia de Alter Bach (Nonesuch Records, 2018). Un proyecto que maduró de durante varios años, de hecho el proyecto estuvo cocomisionado en el año 2015 por el Carnegie Hall de Nueva York, el Wigmore Hall de Londres, The Royal Conservatory of Music de Toronto y The National Concert Hall de Dublín, y en donde se le encargó componer nuevas piezas basadas en las improvisaciones musicales de Bach, el proyecto se llamo Three Pieces After Bach. Este proyecto lo desarrollo en conciertos en las ciudades señalas y sirvió posteriormente de base para este álbum. After Bach consiste en interpretaciones de cuatro preludios y una fuga de J.S. del Clavier Bien Temperado de Bach, cada uno seguido de una interpretación "After Bach (después de Bach)" de Mehldau. En la presente grabación el pianista nos demuestra una música cargada de sentimiento, de expresividad y de emotividad, todo ello unido al talante inequívocamente improvisador que ostenta Mehldau. Con respecto a la interpretación de las composiciones de Bach se puede apreciar a un Mehldau que se siente próximo a la música del compositor alemán, pero ante todo se puede comprobar el gran respeto que tiene por la tradición musical proveniente de la música culta (son muchos los pianistas de jazz que se encuentran muy de cerca de la música de Bach). Algunas de las composiciones del propio pianista denotan una gran sensibilidad y expresividad, y con cierto punto romántico, un elemento muy recurrente en la concepción musical interpretativa que ha tenido a lo largo de los años Mehldau.

Por último es necesario comentar y destacar dos proyectos que por ahora no se encuentran formalizados en formato disco pero que se han podido ver en directo en diversos escenarios de Barcelona. El primero de ellos la presentación en exclusiva del Concierto para piano y orquesta del propio Mehldau, proyecto que ha estado cocomisionado por la Orchestre national d'Île-de-France y Jazz à la Villette Festival, L’Auditori de Barcelona, el Witold Lutoslawski National Forum of Music, Breslavia, Polonia (Jazztopad Festival), el Barbican Centre de Londres y la Britten Sinfonia, la Philharmonie Luxembourg y Orchestre Philharmonique du Luxembourg y Los Angeles Philharmonic Association. Una composición marcada por la contemporaneidad y con cierto carácter experimental en donde Mehldau deja de lado el lado más sensible para centrarse en un ejercicio musical virtuoso especialmente en lo que hace a la composición, y a la interacción entre la orquesta y el piano.



Brad Mehldau © Photo by Carme Llusà


El último y más reciente proyecto musical, y presentado este mismo año (y el cual se pudo disfrutar en la temporada de cámara de L´Auditori de Barcelona) corre a cargo de Mehldau junto al prestigioso tenor inglés Ian ‎Bostridge. Bostridge es un especialista en la modalidad de recital y muy en concreto en la de “lied” (apuntar que este año la editorial Acantilado ha publicado el libro que escribió en su momento Ian Bostridge titulado “Viaje de invierno” de Schubert. Anatomía de una obsesión; un libro esperado por los amante del “lied” y en donde Bostridge lo dedicaba a la colección de “lieder” -que es la cumbre de la canción “culta” alemana- del Winterreise -“Viaje de invierno”- de Franz Schubert). Después de verse actuar el uno al otro en Alemania en 2015, Mehldau y Bostridge ‎se conocieron y se confesaron su admiración mutua. Este contacto inicial se extendió a una correspondencia, en la cual debatían sobre su pasión en común: la música en su vertiente más amplia, desde Bach hasta el jazz. Mehldau a raíz de esta amistad compuso varias canciones pensando específicamente en la voz de Bostridge. Después de la experiencia que supuso compartir estas piezas, los dos músicos decidieron convertirlas en un ciclo de conciertos que gira en torno a textos de William Shakespeare, William Blake, Bertold Brech, Johann Wolfgang Von Goethe o e.e. cummings y musicados por Mehldau, y en donde tratan temas que los dos intérpretes querían explorar, en concreto la sinuosa naturaleza del deseo humano expresada a través del amor y la adoración. Una segunda parte del recital que ofrecieron en Barcelona estuvo conformada por música de Robert Schumann (otro de los grandes románticos en la historia de la música culta) y muy en concreto por el ciclo de canciones Dichterliebe (“Amor de poeta”), y en donde Mehldau utiliza la ironía romántica (de nuevo maneja motivos románticos para su concepción creativa) como es la autocensura. Con toda esta temática central como caudal creativo, Mehldau escribió un ciclo de canciones que el dúo ha ido presentado y sigue presentando en público, y en donde se puede apreciar la incansable búsqueda creativa ya no solo musical sino así mismo a través de los textos escogidos para el proyecto.

Como se ha podido comprobar Mehldau a parte de sus conocidas propuestas jazzísticas ha desplegado a lo largo su trayectoria como músico interesantes proyectos creativos inspirados en la música culta, algunos de ellos cargados de un fuerte calado intelectual y de los cuales esperamos su plasmación discográfica a la par que seguiremos esperando las nuevas proposiciones y retos musicales de este excepcional creador.



P.D.: El presente artículo ha aparecido publicado en su integridad en la Revista Más Jazz en el número 48 de Diciembre 2019.

jueves, 14 de diciembre de 2017

CHARLIE WATTS: Rockero de profesión, Jazzista de corazón

CHARLIE WATTS: ROCKERO DE PROFESIÓN, JAZZISTA DE CORAZÓN.


El nombre de Charlie Watts (Wembley, 1941) no pasa desapercibido para los aficionados a la música y muy concreto para los aficionados al rock. No en balde es el responsable de tocar la batería en uno de los grupos más emblemáticos y legendarios de toda la historia del rock, The Rolling Stones. Charlie Watts fue elegido para incorporarse a The Rolling Stones en el año 1963 para sustituir a su antiguo baterista Tony Chapman (miembro fundador de The Rolling Stones que dejó el grupo para formar la banda The Preachers con Peter Frampton) y desde entonces ha permanecido como uno de los pilares de la formación.

Charlie Watts se podría decir que es la antítesis de sus otros compañeros en The Rolling Stones debido a que se presenta como una persona seria, esquiva y altamente reservada. Su imagen es la de un intelectual impoluto e inmaculado, siempre perfectamente arreglado, con ese aire de elegante inglés pero nunca rancio o pasado de moda, una elegancia en su justa medida. El baterista de los Rolling Stones puede dar la imagen de muchas cosas menos la de ser miembro de una banda de rock, y menos aún de pertenecer a The Rolling Stones. Lo que ha ocurrido a lo largo de los años con Charlie Watts es junto a la faceta de baterista de rock ha desarrollado una interesante pasión por el jazz que le ha conllevado a desplegar una atractiva actividad como intérprete de jazz y junto a ello una llamativa discografía que hoy por hoy es de muy complicada localización. Ésa áurea de intelectualidad y ese gusto por una música tan dispar al rock como es el jazz ha sido una circunstancia que la propia banda de The Rolling Stones ha sabido explotar en su propio beneficio, y que incluso ha alimentado un debate en sí mismo. En una entrevista para un diario británico le llegaron a preguntar a Charlie Watts si creía no le dejaban sitio en The Rolling Stones a sus virtudes jazzísticas. A ello respondió que “puedo hacer lo que quiera en los Stones, pero obviamente hay cosas que no debo hacer. Si Mick está cantando, tú no puedes de repente tocar algo vistoso. Hay una manera de tocar cuando estás de apoyo detrás”. E incluso llegó a manifestar en otro momento que “lo que mi esposa y yo admiramos no tiene que ver con los Rolling Stones. Incluso en los 60 y los 70, yo no estaba en ese mundo. Estaba en la banda, pero era un trabajo para mí”.

La gran pasión de Charlie Watts ha sido siempre el jazz, algo que descubrió desde muy pequeño debido a que la edad de diez años ya escuchaba a músicos de la talla de Miles Davis y John Coltrane, hasta que a la edad de los catorce años su madre le compró su primera batería, un instrumento muy rudimentario que no dejaba de tocar. El joven Watts además tenía un vecino que era un gran aficionado al jazz, Dave Green, quien tenía una basta colección de discos que ambos solían escuchar en el dormitorio del propio Watts, y que sin duda alguna le introdujo en el mundo del jazz y le permitió ahondar y conocer mucho más la música del jazz y sus instrumentistas. De hecho Green y Watts (que en la actualidad siguen teniendo una importante relación musical debido a que el primero desarrolló una carrera como músico tocando el contrabajo y aparece como acompañante en muchas de las grabaciones de Watts) comenzaron sus carreras musicales entre 1958 y 1959, tocando en una banda de jazz en Middlesex llamada Jo Jones All Stars. Charlie Watts fue descubierto en los pequeños clubes de Londres en donde solía actuar por dos de los componentes de The Rolling Stones (Mick Jagger y Keith Richards) y fue elegido especialmente por la facilidad que tenía para tocar ciertas sonoridades, algo que encandilo a Jagger y Richards.


The Charlie Watts Orchestra, Live Fulham Town Hall (CBS, 1986)

Charlie Watts escuchó a Miles Davis y John Coltrane pero tuvieron una gran influencia en su desarrollo musical artistas del calibre de Thelonious Monk pero muy especialmente el saxofonista Charlie Parker (al que le dedicó dos discos a modo de homenaje). A principio de los años ochenta, Watts financió una gira mundial conformada por una orquesta de más de treinta músicos y que dio como fruto la referencia The Charlie Watts Orchestra-Live At Fulham Town Hall (CBS, 1986). La mayoría de los componentes de esta nutrida orquesta son británicos e incluía a algunos de los mejores improvisadores que habían por esa fecha, entre los nombres más importantes señalar al saxo alto Peter King (sin lugar a dudas uno de los mejores jazzistas británicos de todos los tiempos), los saxo tenores de Evan Parker, Danny Moss y Courtney Pine, los trompetistas Harry Beckett y Jimmy Deuchar, el trombonista Paul Rutherford, el pianista Stan Tracey (otra leyenda del jazz británico) y Jack Bruce en el violonchelo, sin dejar de citar como contrabajista a su amigo de infancia Dave Green. El disco presenta algunas interesante versiones de "Stompin' at the Savoy," "Lester Leaps In," "Robbins Nest" and "Flying Home" y se trata de una grabación en directo en la localidad de Fulham en Londres.


Charlie Watts, From One Charlie (UFO Records, 1991)


La gran influencia de Charlie Parker es visible en sus dos siguientes trabajos, el primero con un título y una portada bien explicita de un pájaro tocando el saxo alto y referenciado con el título de From One Charlie (UFO Records, London UK, 1991). Este proyecto jazzístico se podría decir que es una producción atípica, debido a que la misma se presenta con una caja que contiene un solo CD, un libro para niños sobre Charlie Parker ilustrado y escrito por Charlie Watts titulado “Ode To A High Flying Bird” y una foto con marco de Bird, constituyendo el repertorio un homenaje a la figura del Charlie “Yardbird” Parker. Este especial proyecto presenta una música excelente pero de limitada duración (el compacto dura escasos veintiocho minutos) y se encontraba interpretada en formación de quinteto liderada por el trompetista Gerard Presencer y el saxo alto de Peter King, un músico con personalidad y gran sonido que dota de sustancialidad no solo a éste trabajo sino al resto de grabaciones en los que participa en el grupo de Watts de manera regular. El segundo trabajo en homenaje a Parker lleva como título The Charlie Watts Quintet-A Tribute To Charlie Parker With Strings (Continuum Group, 1992). Con una portada llamativa en donde aparece el propio Watts con un saxo en sus manos, el proyecto es generoso en cuanto a música y se encuentra grabado en directo en el Ronnie’s Scotts de Birmingham y en donde el gran protagonista es el saxofonista Peter King (quien escribe un elevado número de temas para el mismo), el trompetista Gerard Presencer, el pianista Brian Lemon y David Green en el bajo. El concierto cuenta con dos partes bien diferenciadas, la primera en formación de quinteto y la segunda con el agregado de una orquesta de cuerdas que de alguna forma viene a homenajear a la famosa grabación que en su momento llevara a cabo Charlie Parker, “Parker & Strings”.


Charlie Watts, Long ago & far away (Virgin Records, 1996)


Otro trabajo interesante de comentar es el titulado Long Ago & Far Away (Virgin Records, 1996) y que reúne catorce temas del repertorio jazzístico. Sobre este trabajo el propio Watts llegó a comentar que las canciones que formaban parte de álbum eran las típicas que su madre solía cantarle cuando era un niño pequeño, hace mucho tiempo... La creatividad y la sonoridad del proyecto se puede comprobar en los temas de George & Ira Gershwin, Louis Armstrong, Cole Porter o Duke Ellington. El disco se encuentra conjuntado y perfectamente desarrollado por la la voz de Bernard Fowler, el piano formal de Brian Lemon, el sonido clásico y rotundo del saxo alto de Peter King, la precisión de Gerard Presencer a la trompeta, el ritmo de bajo de David Green, y el acompañamiento preciso y siempre elegante de la batería de Charlie Watts, todos ellos acompañados por la London Metropolitan Orchestra, quien, sin alardes ni excesos interpretan un repertorio primoroso y efectivo.


Charlie Watts & Jim Keltner, Charlie Watts-Jim Keltner Project (CyberOctave, 2000)

A pesar de los tradicionalismos en que se ha movido a nivel jazzístico Charlie Watts en sus producciones musicales, en el año 2000 sorprendió con la publicación del proyecto titulado Charlie Watts/Jim Keltner Project (CyberOctave, 2000). Tradición e innovación se dan la mano en esta grabación conjunta de los bateristas Charlie Watts y Jim Keltner, y lo hacen con un sonido moderno, actual y rotundo utilizando para ello armonías y capas de sonido envolventes. Todos los títulos que conforman esta grabación tienen la particularidad que tienen nombres pertenecientes a bateristas de jazz. Una de las piezas más interesantes de este proyecto es la composición titulada “The Elvin Suite” (dedicada al gran baterista Elvin Jones) con su marcado y potente sonido rítmico con claras reminiscencias africanas. Señalar para los acérrimos coleccionistas que existe una versión limitada de esta grabación configurada por dos compactos, el segundo cedé (y que evidentemente no aparece en la versión sencilla) contiene remixes bailables llevadas a cabo por dejáis de diversos temas originales del compacto.


Charlie Watts and The Tentet, Watts at Scott´s (Sanctuary Records, 2004)


La vuelta a sus raíces más jazzísticas por parte de Watts se produjo con otra grabación en directo que quedó plasmada en un doble compacto referenciado con el título de Watts at Scott's (Sanctuary Records, 2004). Este proyecto recoge la música que Watts y su grupo (en esta ocasión un tenteto) interpretaron a lo largo de diversas noches de una estancia de dos semanas en el afamado club de jazz del soho de Londres, el Ronnie Scott´s. La formación que reunió Watts estuvo conformada entre otros por el saxofonista soprano y alto Peter King, el trompetista y arreglista Gerard Presencer, el saxo tenor Evan Parker, el saxo barítono Julian Argüelles y el piano de Brian Lemon y el omnipresente Dave Green al bajo. El repertorio de esta grabación se encuentra conformado por 15 temas de amplio espectro y en donde se desarrollan conocidos temas de Denzil Best/Thelonious Monk (“Bemsha Swing”), Duke Ellington, Billy Strayhorn (“Take The A Train”) y de Miles Davis, junto a composiciones originales del propio Watts (como la interesante “Elvin´s Song”), de Peter King (“Roll´em, Charlie”), incluyendo un atractivo arreglo por parte del trompetista Gerard Presencer sobre la famosa composición de Mick Jagger “Satisfaction” y a la que se le da el nombre de "Factión". La música interpretada funciona de forma correcta y recoge de manera cabal la atmósfera de un concierto de  club, algo que no se suele ocurrir en los conciertos de grandes estadios donde toca habitualmente Charlie Watts. Lo que hay que destacar de este doble compacto son las aportaciones solistas de los miembros del tenteto, con momentos muy acertados que van desde las sonoridades de Julián Argüelles, el lirismo y maestría de Evan Parker, hasta los momentos más punzantes, absorbentes y arriesgados de Peter King en el saxo alto. Esta grabación por si sola podría servir de resumen de la concepción jazzística a nivel musical por parte de Charlie Watts.

Junto al interés jazzístico demostrado por parte de Charlie Watts, en los últimos años el mismo ha participado en dos proyectos que dan a conocer el estilo de música conocido como boggie woogie y son, The Magic Of Boogie Woogie (Vagabond Records, 2010) junto a Axel Zwingenberger, Dave Green y el propio Watts; y The A, B, C & D Of Boogie Woogie (Eagle Records, 2012) acompañado por los mismos músicos del anterior proyecto pero con el añadido de Ben Waters. Se trata de dos trabajos encarados a un estilo de música muy concreto y en donde Watts se rodea de colaboradores habituales y vuelve a demostrar esas enormes ansias musicales más allá del grupo de rock en donde toca.


Charlie Watts, Meets The Danish Radio Big Band (Impulse, 2017)


La más reciente aportación discográfica por parte del batería de los Stones es de éste mismo año con el disco titulado Charlie Watts Meets the Danish Radio Big Band (Impulse/Verve, 2017). En el año 2010 Charlie Watts pasó varios días con la Radio Big Band danesa llegando a presentar una actuación en la recién inaugurada sala de conciertos de la Danish Concert Hall en Copenhague, concierto que parece ser que en su momento fue emitido por la Radio Nacional de Dinamarca y que finalmente ha visto la luz a través del sello discográfico Impulse/Verve tanto en edición de compacto sencillo como en una edición doble en vinilo. Watts vuelve a mostrar señales de seguir proponiéndose retos musicales entorno a la música de jazz, en concreto al plantear una propuesta musical diferente hasta la fecha, la de tocar junto a una de las mejores big band europeas que interpretan jazz. La música que se desarrolla de esta actuación se encuentra arreglada y dirigida por el trompetista y compañero de fatigas musicales Gerard Presencer. El repertorio se encuentra confeccionado por temas procedentes de The Rolling Stones, entre ellos el tema que en su momento arregló Presencer de la famosa composición de Mick Jagger “Satisfaction” y que en esta ocasión tiene el nombre de "(Satis)Factión", aunque en la actuación hay que resaltar la soberbia interpretación de la “Elvin Suite Part I” y “Elvin Suite Part II” (tema que Charlie Watts escribió junto a Jim Keltner) con un ejecución exuberante, trepidante perfectamente armonizada y arreglada en donde la Radio Big Band danesa brilla de manera soberbia junto a las aportaciones de diversos solistas. Un concierto altamente interesante y que a pesar de la antigüedad de la grabación suena fresca y actual, y teniendo en cuenta que la toma de sonido es fantástica y superlativa.

Las grabaciones que hemos comentado de Charlie Watts (la mayoría de ellas en directo) posiblemente no pasaran a la historia del jazz, pero no cabe la menor duda que la pasión, el esmero, el cariño y la profesionalidad que ha puesto a lo largo de las mismas denotan a un músico inquieto y con una pasión y unas ansias musicales fuera de toda duda, una circunstancia que los aficionados sabrán valorar en su justa medida.


DISCOGRAFÍA:

- 1986: The Charlie Watts Orchestra-Live At Fulham Town Hall (CBS, 1986).
- 1991: From One Charlie (UFO Records, London UK, 1991).
- 1993: Warm & Tender (Continuum, 1993).
- 1996: Long Ago & Far Away (Virgin Records, 1996).
- 2000: Charlie Watts/Jim Keltner Project (CyberOctave, 2000).
- 2004: Watts at Scott's (Sanctuary Records, 2004).
- 2010: The Magic Of Boogie Woogie (Vagabond Records, 2010).
- 2012: The A, B, C & D Of Boogie Woogie (Eagle Records, 2012).
- 2017: Charlie Watts Meets the Danish Radio Big Band (Impulse/Verve, 2017).