lunes, 23 de diciembre de 2019

BRAD MEHLDAU: LA BÚSQUEDA INCESANTE

BRAD MEHLDAU: LA BÚSQUEDA INCESANTE


Hoy en día no cabe la menor duda para ningún aficionado que el pianista americano Brad Mehldau, es uno de los músicos más avanzados a nivel musical que hay en el panorama jazzístico actual. Mehldau ha trabajado de manera ardua y esforzada desde sus inicios para labrarse una carrera musical no solo diferente sino también diferenciada del resto de músicos de su generación, y ello lo ha conseguido a través de un proceso de asimilación de diversas fuentes musicales provenientes de los más diversos estilos, del jazz, del pop, del rock y sin lugar a duda de la música culta (clásica).

A lo largo de su ya dilatada trayectoria discográfica, Mehldau ha exhibido una gran maestría para tejer un lenguaje y un sonido extremadamente avanzado en donde la combinación de géneros musicales heterogéneos le ha proporcionado un estilo musical donde se entremezclan conceptos armónicos y sonoros, todo ello combinado con concienzuda utilización de ideas melódicas e estilos interpretativos (citar como ejemplo la técnica de independencia de manos, un estilo más propio del  música clásica que del jazz). Al tomar prestado de diversos géneros, Mehldau ha entendido y se ha hermanado con conceptos musicales como el romanticismo del siglo XIX, provenientes de músicos como Brahms, Beethoven o el mismo Chopin. Ello ha provocado que tanto a lo largo de su discografía y como en los conciertos en público que ofrece aparezca la influencia de la música clásica.


Brad Mehldau © Photo by Joan Carles Abelenda

El pianista empezó a sacar ideas y planteamientos provenientes de la música clásica con el primero trabajo en solitario titulado Elegiac Cycle (Warner Bros. Records, 1999). Elegiac Cycle es sin ningún tipo de  discusión un manifiesto a favor del romanticismo, a favor de la pasión y de la afectividad, todo ello expresado a través de pensamientos elegíacos. Es una grabación con un valioso rédito intelectual (referencias a la poesía -muy especialmente de Rainer  Maria Rilke-  y a la música romántica entre ellos el compositor Ludwig Van Beethoven) y con unas notas en la carpetilla del propio pianista que no tienen desperdicio y que permiten comprobar los planteamientos intelectuales en donde buceaba Mehldau a la hora de buscar inspiración musical. La aparición de este trabajo conllevó uno de los discos a piano solo más introspectivos y de planteamientos musicales más importante desde la aparición de los famosos conciertos en solitario de Keith Jarrett.

Esta manifiesta tendencia clásica y contemporánea con los años se ha ido amplificando y proporcionando proyectos del tamaño y la calidad como el de Love Sublime (Nonesuch Records, 2006), con la mezzosoprano Renee Fleming (ciclo de canciones sobre poemas de Rainer Maria Rilke y Louise Bogan) o de Love Songs (Naïve, 2006), acompañado por la también mezzosoprano sueca Anne Sofie Von Otter, un trabajo con dos compactos bien diferenciados, uno de ellos estructurado sobre poemas de Sarah Teasdale y musicados en su integridad por Mehldau. Tendencias clásicas por el planteamiento musical utilizado del piano y de la voz, y que de alguna manera rememora la forma musical del “lied” alemán (el término “lied” hace referencia a un tipo de canción breve y lírica cuya letra es un poema en habla alemana que floreció y tuvo su auge en el Romanticismo del siglo XIX y que se proyectó en la primera mitad del siglo XX), y contemporánea, por el tratamiento (a veces poco accesible) del piano, más cerca de la línea de la Segunda Escuela de Viena (en donde ostentaron un papel fundamental, Arnold Schönberg, Alban Berg y Antón Webern), aunque con un trabajo mucho más enfocado al uso de la tonalidad que a la utilización de diferentes y cambiantes acordes a que nos tenía acostumbrados Mehldau.


Anne Sofie Von Otter & Brad Mehldau, Love Songs (Naïve, 2006)


La parte más contemporánea y “moderna” de Mehldau así mismo se puede apreciar en la grabación titulada con el nombre explícito de Modern Music (Nonesuch Records, 2011). Es la primera vez que se tiene conocimiento de la colaboración de Mehldau con otro pianista en una grabación, en este caso Kevin Hays. El trabajo se encuentra conformado por composiciones de la escuela minimalista de Steve Reich y Philip Glass, de Patrick Zimmerli, así como la famosa composición de Ornette Coleman “Lonely Woman”. Un nuevo proyecto intelectual en esta ocasión con una formación a base de dos pianos y teniendo como base principal del mismo la música contemporánea.

Pero la vertiente culta de Brad Mehldau que estamos comentando los aficionados lo han podido atestiguar no solo en las grabaciones que apuntamos sino así mismo en los conciertos a piano que el pianista ha ofrecido a lo largo de los años. Para poder comprobar ello tan solo hay que acudir a la excepcional caja de cuatro compactos que publicó Nonesuch Records en el año 2015 para celebrar los diez años de recitales a piano solo por el continente europeo. Una caja que recopila una selección de temas todos ellos de diversos conciertos en directo y en donde se pueden encontrar interpretaciones del compositor alemán Johannes Brahms, en concreto los Intermezzos Op.76 Nº 4 y el Op. 119 Nº 2. Aunque la caja tal y como se ha apuntado es tan solo una recopilación de temas de los directos, la presencia de estos temas de Brahms evidencia y atestiguan de manera clara la idea de Mehldau de “bucear” e inspirarse en las composiciones del compositor romántico alemán. De hecho en las notas de la carpetilla del compacto el propio Mehldau afirma de manera clara que “la música de Brahms abarca mucho de lo que hago, así que pensé que era apropiado aprovechar su influencia en el contexto de los conciertos de piano solo”. Mehldau enfoca el planteamiento e influencia musical culta de Brahms en la utilización y la yuxtaposición de dos tonalidades en un mismo momento interpretativo, un efecto que descubrió por primera vez en la música del compositor alemán proveniente tanto de su trabajo sinfónico como en la música de cámara.


Brad Mehldau, 10 Years Solo Live (Nonesuch Records, 2015)


El último proyecto musical grabado en donde Mehldau utiliza música culta se trata de su particular homenaje a la música de J.S. Bach, disco publicado con la referencia de Alter Bach (Nonesuch Records, 2018). Un proyecto que maduró de durante varios años, de hecho el proyecto estuvo cocomisionado en el año 2015 por el Carnegie Hall de Nueva York, el Wigmore Hall de Londres, The Royal Conservatory of Music de Toronto y The National Concert Hall de Dublín, y en donde se le encargó componer nuevas piezas basadas en las improvisaciones musicales de Bach, el proyecto se llamo Three Pieces After Bach. Este proyecto lo desarrollo en conciertos en las ciudades señalas y sirvió posteriormente de base para este álbum. After Bach consiste en interpretaciones de cuatro preludios y una fuga de J.S. del Clavier Bien Temperado de Bach, cada uno seguido de una interpretación "After Bach (después de Bach)" de Mehldau. En la presente grabación el pianista nos demuestra una música cargada de sentimiento, de expresividad y de emotividad, todo ello unido al talante inequívocamente improvisador que ostenta Mehldau. Con respecto a la interpretación de las composiciones de Bach se puede apreciar a un Mehldau que se siente próximo a la música del compositor alemán, pero ante todo se puede comprobar el gran respeto que tiene por la tradición musical proveniente de la música culta (son muchos los pianistas de jazz que se encuentran muy de cerca de la música de Bach). Algunas de las composiciones del propio pianista denotan una gran sensibilidad y expresividad, y con cierto punto romántico, un elemento muy recurrente en la concepción musical interpretativa que ha tenido a lo largo de los años Mehldau.

Por último es necesario comentar y destacar dos proyectos que por ahora no se encuentran formalizados en formato disco pero que se han podido ver en directo en diversos escenarios de Barcelona. El primero de ellos la presentación en exclusiva del Concierto para piano y orquesta del propio Mehldau, proyecto que ha estado cocomisionado por la Orchestre national d'Île-de-France y Jazz à la Villette Festival, L’Auditori de Barcelona, el Witold Lutoslawski National Forum of Music, Breslavia, Polonia (Jazztopad Festival), el Barbican Centre de Londres y la Britten Sinfonia, la Philharmonie Luxembourg y Orchestre Philharmonique du Luxembourg y Los Angeles Philharmonic Association. Una composición marcada por la contemporaneidad y con cierto carácter experimental en donde Mehldau deja de lado el lado más sensible para centrarse en un ejercicio musical virtuoso especialmente en lo que hace a la composición, y a la interacción entre la orquesta y el piano.



Brad Mehldau © Photo by Carme Llusà


El último y más reciente proyecto musical, y presentado este mismo año (y el cual se pudo disfrutar en la temporada de cámara de L´Auditori de Barcelona) corre a cargo de Mehldau junto al prestigioso tenor inglés Ian ‎Bostridge. Bostridge es un especialista en la modalidad de recital y muy en concreto en la de “lied” (apuntar que este año la editorial Acantilado ha publicado el libro que escribió en su momento Ian Bostridge titulado “Viaje de invierno” de Schubert. Anatomía de una obsesión; un libro esperado por los amante del “lied” y en donde Bostridge lo dedicaba a la colección de “lieder” -que es la cumbre de la canción “culta” alemana- del Winterreise -“Viaje de invierno”- de Franz Schubert). Después de verse actuar el uno al otro en Alemania en 2015, Mehldau y Bostridge ‎se conocieron y se confesaron su admiración mutua. Este contacto inicial se extendió a una correspondencia, en la cual debatían sobre su pasión en común: la música en su vertiente más amplia, desde Bach hasta el jazz. Mehldau a raíz de esta amistad compuso varias canciones pensando específicamente en la voz de Bostridge. Después de la experiencia que supuso compartir estas piezas, los dos músicos decidieron convertirlas en un ciclo de conciertos que gira en torno a textos de William Shakespeare, William Blake, Bertold Brech, Johann Wolfgang Von Goethe o e.e. cummings y musicados por Mehldau, y en donde tratan temas que los dos intérpretes querían explorar, en concreto la sinuosa naturaleza del deseo humano expresada a través del amor y la adoración. Una segunda parte del recital que ofrecieron en Barcelona estuvo conformada por música de Robert Schumann (otro de los grandes románticos en la historia de la música culta) y muy en concreto por el ciclo de canciones Dichterliebe (“Amor de poeta”), y en donde Mehldau utiliza la ironía romántica (de nuevo maneja motivos románticos para su concepción creativa) como es la autocensura. Con toda esta temática central como caudal creativo, Mehldau escribió un ciclo de canciones que el dúo ha ido presentado y sigue presentando en público, y en donde se puede apreciar la incansable búsqueda creativa ya no solo musical sino así mismo a través de los textos escogidos para el proyecto.

Como se ha podido comprobar Mehldau a parte de sus conocidas propuestas jazzísticas ha desplegado a lo largo su trayectoria como músico interesantes proyectos creativos inspirados en la música culta, algunos de ellos cargados de un fuerte calado intelectual y de los cuales esperamos su plasmación discográfica a la par que seguiremos esperando las nuevas proposiciones y retos musicales de este excepcional creador.



P.D.: El presente artículo ha aparecido publicado en su integridad en la Revista Más Jazz en el número 48 de Diciembre 2019.

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